Para finales del año 1994 en el incipiente Destacamento Villa Udaondo de Bomberos Voluntarios de Hurlingham se discute la idea de crear un cuerpo de bomberos independiente en función del Plan Génesis 2000. Este plan contemplaba la división del partido de Morón, con la creación del Distrito de Ituzaingó. El ex encargado del Destacamento, Horacio Ferraro y el representante de Udaondo ante la Comisión Directiva de Bros de Hurlingham, Ricardo A. Demonte, comenzaron las gestiones para conseguir el apoyo de la asociación homónima. Llegando a buen término con la anuencia del señor Presidente Bomberos Voluntarios de Hurlingham de Franco Blarasin.
El 6 de Mayo de 1995 se reunió la primera asamblea, se confeccionó el Acta constitutiva y se aprobó el Estatuto, encomendando al SR Ricardo Demonte la obtención de la personería jurídica. La primera Comisión Directiva fue integrada por: Ricardo A. Demonte (Presidente), Ricardo Kowalczuk (Vicepresidente), Pablo A. Pacheco (Secretario de Actas), Ricardo Vallarino (Secretario de Finanzas), Antonio L. Domínguez (Secretario de Recaudación), Ricardo H. Ramírez (Primer Vocal), Carlos Boniardi (Segundo Vocal), Liliana H. Burgueño (Primer Vocal), Jorge Ramírez (Segundo Suplente), Bernabé N. Jara (Tercer Suplente) y Antonio Rodríguez (Cuarto Suplente). La primer Comisión Revisora de Cuentas: Humberto B. Aguilar (Primer Revisor), Susana A. Goenaga (Segundo Revisor), Guillermo A. Rodríguez (Tercer Revisor), Alfredo A. Campos (Primer Revisor Suplente) y José A. Martins De Maltoz (Segundo Revisor Suplente).
Un capítulo importante en la génesis de Bomberos Voluntarios de Ituzaingó fue que una vez obtenida la Personería Jurídica, necesitábamos que Defensa Civil Provincial nos otorgara la Jurisdicción Operativa, es decir, el área de competencia y que los cuerpos vecinos nos dieran su aval. Así contamos con el apoyo de Bomberos Voluntarios de Hurlingham, Gral. Sarmiento, Merlo y Moreno. No sucedió lo mismo con los Bomberos Voluntarios de Morón que pretendían seguir cubriendo servicios en el nuevo partido de Ituzaingó. La disputa se dirimió con la intervención del recién asumido intendente Don Alberto D. Descalzo quien apoyo la creación del cuerpo y solicito el otorgamiento de la jurisdicción a la flamante Institución en todo el ámbito del distrito.
Comenzamos a operar en nuestra actual dirección, Av. Martin Fierro 4621, Villa Udaondo. Éramos un puñado de hombres con muchas ganas de hacer, crecer y vocación de servicio. Bomberos Voluntarios de Hurlingham nos donó la primera autobomba, un viejo y querido Dodge 600, una parte del tinglado, el equipo elemental y la sirena para convocar a los voluntarios. El club Martin Fierro, vecino a los fondos, nos facilitó un cuarto que hacía las veces de guardia, vestuario, oficina de Comisión Directiva, dormitorio y cocina: ¡Un loft de 20 m2! Y de construcción precaria. El baño (letrina) estaba en el otro extremo del terreno.
Así fueron los comienzos. Ocurrió algo distinto referido al común de los nacimientos y desarrollos de las asociaciones de bomberos voluntarios. Usualmente al crecer una comunidad se crea la necesidad de tener un cuerpo de bomberos, acompañando este a la demanda de servicios. En nuestro caso tuvimos que brindar un servicio de un día para otro a más de 150.000 habitantes.
Eso exigía contar con un flujo de recursos importante para poder acelerar el adecuado equipamiento, ya sea en vehículos, materiales, indumentaria personal e infraestructura. Para ello hicimos gestiones con el Ejecutivo Municipal y el Concejo Deliberante que resolvieron favorablemente el otorgamiento de un subsidio por la suma de $ 7.000, que junto a una activa campaña de socios colaboradores fueron la columna vertebral de nuestros primeros ingresos.




